martes, 17 de junio de 2008

Hiéreme el corazón

Les comparto un poema que escribí durante un momento de oración hace algunos años. Hiéreme el corazón Señor con tu pasión, envuélve con tu Espíritu todo lo que tengo y soy. Quema con tu fuego todo en mi interior y transforma por piedad, todas mis iniquidades en un ardiente amor. Hiéreme tan profundamente que mi voluntad desaparezca, que en el silencio de tu poderosa voz mis gritos egoístas enmudezcan. Hiérme sin preguntar mi opinión, por que el deseo de poseerte ahoga mi concupisencia y me quebranta el corazón. Hiéreme cual saeta envenenada que se incruste en mi interior que desgarre cuanto encuentre y si importar dolor de muerte a la vida acomodada que me aleja de mi hermano y me aleja de tu amor. Hiéreme burscamente y sin dulzura si es preciso, quitame los deseos que me aparatan de tu gracia, apártame del patrimonio que me aleja de tu herencia y empújame a vivir de tu gratuidad y presencia. Hiéreme el corazón Señor con tu pasión, llévame contigo al calvario y no me preguntes si quiero, aunque el dolor sea necesario.

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