viernes, 27 de junio de 2008

Tu amado está aquí

¡Oh alma sedienta de amor divino! Estás tan cansada, abatida... ¡Cuánta falta te hace tu Dios! Cual amoroso guardián cuida tu morada, vela tu sueños, atiende a tus plegarias... pero tú; tan pequeño ser ante su magnificencia, te apartas tan pronto de Él. Ante el dolor buscas consuelo en donde no lo hay. Te dejas llevar por las vagas ilusiones que te ofrece la vida terrena, y al final del dia, caes de rodillas al descubrir de nuevo ese vacío. ¡Despierta corazón despedazado, tu Amado está aquí! Bendito Padre, cuyo poder cura la más profunda herida, toma pues mi corazón, arráncalo de este desdichado cuerpo y lleválo entre tus divinas manos a fin de que cada día que me permitas vivir lo haga amando y sirviendo solo a Tí. Esta es una oración escrita por mi esposa, Dulce.

No hay comentarios: